Hay varias cosas que se pueden hacer cuando sospechamos (o tenemos la certeza, con la evaluación psicopedagógica) la presencia de un alumno con TDAH en nuestra aula. Las medidas a tomar para poder ayudar lo más posible al alumno deben abarcar diversos ámbitos:
- AULA: Dentro del aula podemos tomar distintas medidas que pueden abarcar tres aspectos de nuestro trabajo en el aula.
- Organización del espacio, tiempo y estructura de la clase.
- Organización del espacio, tiempo y estructura de la clase Brindar al niño o niña la posibilidad de trabajar independientemente en un pupitre aislado para evitar distractores. Se debe ofrecer esta opción cuando las tareas requieran de concentración. De esta manera, será él o ella quien entienda y decida cuándo debe trabajar en solitario.
- Situar la mesa cerca de la pizarra para facilitar la atención a la explicación e incluso cerca de la mesa del docente, para poder aplicar mejor los refuerzos cuando trabaja bien.
- Poner una carpeta abierta delante de la mesa o algún tipo de pantalla para evitar distractores es también una opción. En infantil o en las primeras etapas de la Educación Primaria, podemos evitar distracciones guardando los juguetes u otros objetos fuera de la vista o evitando colgar murales en la parte delantera del aula.
- Tener recursos para cuando el alumno o alumna no es capaz de permanecer en la silla. Es muy común que incluso se caiga de la silla… y ¡en múltiples ocasiones! Permitirle estar de pie, ir a sacar punta, que recoja las fichas y exámenes del resto, ir al baño… son estrategias para ayudarle a legalizar sus movimientos.
- Tratar de que no emplee materiales muy aparatosos que le hagan perder tiempo y despistarse (estuches sofisticados, portafolios donde todas las hojas se pueden caer, etc.).
- Procurar que tenga goma, correctores o bolígrafos que se borran para que pueda corregir los múltiples errores sin llegar a la fatídica situación de tener que arrancar la hoja del cuaderno y repetir el trabajo.
- Estructurar las tareas en tiempos cortos (máximo de 30 minutos) y que permitan la coexistencia de diferentes ritmos. Además, podemos mezclar las actividades tediosas con las que generan más motivación para no caer en la fatiga.
- Si realizamos tareas en grupo, es deseable que estos sean pequeños (3-6 integrantes)
- Si en los turnos, colas o esperas tenemos problemas de impaciencia ligados a la impulsividad, podemos ofrecerle un papel de gestor (que controle los turnos o vigile el buen funcionamiento de la cola por ejemplo) además de reforzar aquellos momentos en que es capaz de controlarse.
- Metodología y estratégias de aprendizaje.
- Enfatizar la estructura y el orden. Generar rutinas de aula hace que cada actividad funcione como estímulo desencadenante de la siguiente, mejorando la concentración.
- Evitar situaciones en las que sabemos que no puede controlarse.
- Acordar con el alumno una señal discreta para ayudarle a reconducir su atención.
- Dar órdenes claras, sencillas y de una en una. Podemos pedirle que repita la instrucción en voz alta, comprobando de este modo que el alumno y toda la clase han entendido la orden.
- Deben tenerse en cuenta las potencialidades y puntos fuertes del alumno con TDAH. Para generar motivación se partirá de los intereses propios.
- Sondear diferentes formas de aproximación a los contenidos. Deben elegirse las metodologías que funcionen mejor con este alumnado. Por ejemplo, las técnicas visuales que exigen menos de la lectura y facilitan la atención son preferibles.
- Ser flexibles en su trabajo autónomo.
- Aprendizaje autodirigido (trabajo por proyectos, trabajo cooperativo, aprendizaje por descubrimiento, trabajo con nuevas tecnologías...).
- Ofrecerle en primer lugar actividades en las que puedan tener éxito.
- Debe generarse un patrón de atribución casual interno, variable y controlable. Los resultados son causa de su trabajo (o de la falta de este) y no de los profesores.
- Hacer un buen uso de las comunicaciones con la familia mediante la agenda. No penalizar las conductas debidas al TDAH, ni llenar la agenda con notas sobre su falta de atención.
- Técnicas de manejo de la conducta.
- Refuerzo positivo.
- Moldeado.
- Extinción.
- Economía de fichas.
- Técnica de coste respuesta.
- Tiempo fuera.
- Autoinstrucciones.
- CENTRO: Desde el centro hay que tomar también distintas medidas, consistentes en:
- Gestionar la búsqueda de recursos y apoyos.
- Organización del espacio, el tiempo y los recursos en general. Asignación de apoyos, el aula con menos distractores, desdobles...
- Protocolo de actuación. Claramente definido.
- Coordinación interna.
- Coordinación con otros centros educativos. Principalmente en el paso de primaria a secundaria.
- Gestión de la convivencia. Hacer uso de la mediación.
- APORTACIONES DESDE LA ORIENTACIÓN. El orientador es el técnico que proporcionará asesoramiento psicopedagógico.
- Apoyo al proceso de enseñanza aprendizaje mediante:
- Evaluación psicopedagógica.
- Asesoramiento y coordinación de los apoyos y refuerzos.
- Asesoramiento en la elaboración de ACI y ACIS.
- Trabajo de apoyo psicopedagógico.
- Acción tutorial:
- Diseño de protocolos de intervención y detección.
- Coordinar la respuesta a la atención a la diversidad.
- Atención a los TDAH en el PAT.
- Formación.
- Innovación
- Relación con la familias.
- Tutoría individualizada.
- Orientación académica y profesional.
- Facilitar el conocimiento de sí mismo/a y la necesidad de elección.
- Ofrecer información al aprendiz y a sus familias sobre las posibilidades educativas y laborales ajustadas a su realidad.
- Fomentar los intereses personales.
Con todas estas medidas cubrimos los factores a tener en cuenta en la atención a los alumnos con TDAH.
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